Bienvenidos sean a Blog ENARM. El objetivo de este blog es enfocar de forma crítica y sistematizada algunos ejemplos de casos clínicos ENARM y también puntualizar tips y sugerencias para un mejor análisis en el ENARM así como información de interés para el ENARM.
Les presentamos el primer post ENARM de una serie de 4 posts enfocados al análisis crítico y sistemático de casos clínicos en pediatría del ENARM. El enfoque de esta serie de posts ENARM es mejorar la comprensión de casos clínicos ENARM en pediatría. Si bien el contenido de este post ENARM es dirijido a pediatría, mucho del contenido puede aplicarse a otras especialidades en el ENARM. El ejercicio es muy similar.
ABORDAJE PARA LA RESOLUCIÓN DE CASOS CLÍNICOS DE PEDIATRÍA EN EL ENARM
En general, existen cuatro pasos para la resolución sistemática de problemas
clínicos ENARM:
- Hacer el diagnóstico
- Evaluar la severidad de la enfermedad
- Hacer un tratamiento basado en la etapa de la enfermedad
- Seguir la respuesta al tratamiento
HACIENDO EL DIAGNÓSTICO DE UN CASO CLÍNICO EN EL ENARM
Esto se logra con un análisis cuidadoso de los datos que se nos presentan, un análisis basado en los factores de riesgo presentes y el desarrollo de una lista de posibilidades (el diagnóstico diferencial). Este último será más amplio mientras más hayamos estudiado a fondo diversos temas. El proceso incluye saber qué elementos de información son más significativos y cuáles pueden descartarse. La experiencia y el conocimiento de la ayuda para la lectura guían al médico a identificar los datos más importantes. Un tip es elaborar la misma pregunta de varias maneras diferentes y con una terminología diferente, un ejemplo en la vida real es cuando los pacientes niegan haber recibido tratamiento para el asma, pero responden afirmativamente a ser hospitalizados por sibilancias. Entonces, en ocasiones, en el caso clínico no menciona explícitamente los medicamentos que consume el paciente pero se pueden inferir de acuerdo a antecedentes o síntomas actuales.
Se puede llegar a un diagnóstico revisando sistemáticamente cada causa posible y leyendo sobre cada enfermedad. Un buen ejercicio es comparar probables diagnósticos con cada una de las posibilidades presentadas en el caso clínico y se colocan más arriba en la lista como una etiología potencial o más abajo según la frecuencia de la enfermedad. Los factores de riesgo de un paciente pueden influir en la probabilidad de un diagnóstico. Por lo general, una larga lista de diagnósticos posibles se puede reducir a dos o tres sospechas principales, basadas en pruebas clave de laboratorio o de imágenes.
Por ejemplo, un adolescente con fiebre como la principal queja puede tener un diagnóstico diferencial extenso reducido a muchas menos posibilidades cuando la historia revela a un tío en el hogar con tos que contiene sangre, pérdida de peso y sudores nocturnos y el examen físico muestra un aumento de la frecuencia respiratoria, linfadenopatía y crepitantes pulmonares en el lóbulo inferior derecho. En este caso, es probable que el paciente tenga tuberculosis.